“Les hablan a los/as niños/as de sexo”
La educación sexual integral propone hacer de la sexualidad un espacio de enseñanza- aprendizaje colectivo, desde una perspectiva de género y enfoque de derechos. Ahora bien, es necesario aclarar que la sexualidad no se reduce a la genitalidad, sino que incluye diversos tópicos como el conocimiento y el cuidado del cuerpo y la salud; la posibilidad de reflexionar los vínculos que construimos en las coordenadas temporo espaciales en que desarrollamos nuestras vidas; la problematización de nuestra identidad para comprendernos y pensarnos como sujetos sociales e históricos; la sensibilización e identificación de situaciones que nos ponen en riesgo o vulneran nuestros derechos y de los/as otros/as; la posibilidad de pensar nuestros cuerpos y cómo nos vemos y sentimos con nosotros/as mismos/as, analizando las presiones y mandatos sociales que pueden ser nocivos.
Todas estas cuestiones hacen a nuestra sexualidad que, excede ampliamente la genitalidad o las relaciones sexuales.
Además, cada uno de estos tópicos interpelan de manera diferente cada etapa evolutiva por lo que su abordaje es distinto en complejidad y profundidad en función de el grado de desarrollo bio-psico-social que se presenta en la niñez, juventud o adultez.
“Les enseñan a niños/as a masturbarse”
La ESI, propone como uno de sus grandes tópicos el conocimiento del propio cuerpo, es decir, fomentar la posibilidad de identificar y nombrar las partes del cuerpo. Asimismo, promueve la enseñanza de pautas de autocuidado y la construcción progresiva de la intimidad, por lo que además de identificar y nombrar las partes del cuerpo, se trabaja sobre la necesidad de identificar partes íntimas para diferenciar espacios, personas e interacciones que cuidan desde el respeto, de aquellas interacciones que son dañinas y no corresponden por más que vengan de adultos significativos, a fin de que puedan ir discriminando conductas de cuidado de conductas abusivas y, en estos casos, puedan pedir ayuda a personas de confianza.
“Hablar de sexualidad con adolescentes hace que inicien las relaciones sexuales más tempranamente”
Si bien es necesario volver a aclarar que la sexualidad no se circunscribe a la genitalidad, en la pubertad/adolescencia las prácticas sexuales cobran mayor relevancia, como uno de los elementos del proceso de construcción identitaria, de modo que charlar con los/as adolescentes se torna fundamental a fin de que puedan explorar y desarrollar su sexualidad de manera informada y autónoma.
Así, la ESI no fomenta el ejercicio genital temprano sino que trabaja para que los/as adolescentes puedan tomar decisiones de manera consciente y crítica respecto de sus cuerpos, identificando las presiones sociales, cuestionando los roles que socialmente se asignan a las personas en función de su género, analizando las prácticas de cuidado y respeto que construyen vínculos saludables de aquellas que suponen una restricción de la capacidad de decidir y actuar. Además, brinda información sobre los derechos sexuales y reproductivos, es decir, que los/as adolescentes conozcan sus derechos para disfrutar de su sexualidad libres de coacciones y de decidir cómo cuidarse y cuidar a otros/as.
“Es mejor que estos temas los aborden especialistas como médicos/as o psicologos/as”
La realidad es que la ESI propone que se puedan generar espacios de confianza, escucha y respeto sistemáticos y transversales para trabajar sexualidad. Si bien se pueden convocar expertos/as en distintos temas específicos para profundizar y enriquecer miradas, la construcción de un espacio de confianza, de diálogo, de apertura e intimidad requiere de relaciones estables en el tiempo y con un encuadre que permita el trabajo sistemático, no esporádico de estos temas.
La sexualidad constituye una temática compleja y multidimensional que no puede abordarse desde una mirada disciplinar única.
Además, se trata de un saber hacer cotidiano, esto es, la disposición a la reflexión permanente, la posibilidad de cuestionar nuestras creencias y prácticas, la posibilidad de revisar nuestras acciones y relaciones, la aventura de repensar quiénes somos como seres únicos; situaciones y temas que van más allá de una charla sobre violencias y/o métodos anticonceptivos. Implica un recorrido que no se agota en una charla, sino que requiere de la continuidad y transversalidad para producir efectos en la vida de cada uno/a, y como colectivo.
“Cada escuela o familia tiene el derecho de educar a sus hijos/as según sus creencias”
Las escuelas y familias, entre otras, son instituciones sociales que tienen como fin la protección integral de los derechos de infancias y juventudes. Esto quiere decir que, tienen el deber de garantizar el ejercicio de sus derechos, incluido el derecho a recibir educación sexual integral.